En una reunión del claustro universitario, aparece un ángel que dice:
- Rector. En recompensa a todos los servicios que has prestado a tus conciudadanos, a la humanidad, y por tu gran corazón... He sido enviado para concederte un premio. Puedes elegir entre la sabiduría absoluta, riquezas sin fin, o una gran belleza que te hará irresistible a
todas las mujeres.
Sin pensarlo mucho, el rector responde:
- Escojo la sabiduría.
Y, al tiempo que desaparece entre una nube de humo, dice el ángel:
- Tu deseo ha sido concedido.
Pasan varios minutos en total silencio. Mudos por la sorpresa, los asistentes no pueden reaccionar. Hasta que por fin se sitúan, y dicen:
- Por favor, rector, ahora que posee usted la sabiduría perfecta, dígamos algo.
- ...debí haber elegido el dinero...

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