Un hombre paseando por la calle ve un niño que se tira desde la azotea de un edificio de 10 plantas. Mientras corre hacia el lugar ve como el niño, justo antes de llegar al suelo, agita los brazos y aterriza suavemente.

Tras preguntarle cómo había hecho para sobrevivir, el niño le explica que es muy fácil, que lo único que hay que hacer es agitar los brazos justo antes de llegar al suelo, y de esa forma se amortigua la caída.

El hombre no se lo cree, pero el niño repite el salto para demostrárselo. Entonces el hombre, asombrado, decide probar él también. Sube a lo alto del edificio, se tira, agita los brazos justo antes de llegar al suelo... con todas sus fuerzas... más rápido... y se pega el gran golpe falleciendo en el acto.

Mientras tanto, el niño se aleja del lugar susurrando: "la verdad es que para ser un ángel tengo bastante mala leche...".

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