Una chica que quería ser adivina va a pedirle consejo a un famoso mago.
- ¿Puede ayudarme a ser adivina?
- Sí, claro. Para empezar, pasa a esa habitación.
- Bien.
- Ahora quítate la ropa.
- Bueno... de acuerdo...
- Ahora túmbate en la cama.
- ¡Eh! Tú lo que quieres es follar!
- ¿Ves? Ya estás empezando a adivinar.
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