Un borracho llega a su casa cantando y haciendo barullo, hasta que se asoma un vecino y le dice:

- Psss!!!, no haga tanto ruido que su mujer se va a despertar...
- ¡No se preocupe!, cuando llego así mi mujer y yo jugamos al exorcista.
- ¿Ah, sí?, ¿y cómo es eso?
- Bueno, ella me sermonea y yo vomito.

0 comentarios:

Publicar un comentario